Entradas populares

lunes, 22 de agosto de 2011

08 LA COMUNIÓN



Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.
 Hechos 2:42


L
a Palabra de Dios nos enseña que la iglesia del principio tuvo un aumento numérico notable, pero también remarca la forma en que debía ser conducida ante ese crecimiento. La manera equilibrada como la congregación fue guiada era conforme cuatro factores; la enseñanza, la comunión, el partimiento del pan y la oración. Dichos factores sirven como modelo a la iglesia actual, para que esta no se desequilibre practicando solo uno, dos o tres de ellos (Hch. 2:41:42) 

L
a comunión es tener participación de lo común o hacernos comunes entre nosotros. En otras palabras es una actitud o un trato familiar entre cristianos. Es una participación o comunicación que los creyentes tenemos entre sí, donde compartimos mutuamente, bienes espirituales, materiales y de otra índole. En resumen, comunión es estar o tener un mismo sentir.

La palabra comunión proviene del vocablo griego, koinonia que quiere decir: ayuda, compañerismo, contribución, comunicación,  ofrenda,  participación. Esa palabra se deriva de la raíz griega  koinos, cuyo significado es,  hacerse común, lo que denota, una actitud en la que se comparte la misma cualidad o pertenencia. La Biblia nos permite ver que tenemos acceso a la comunión con Dios y con nuestros hermanos, veamos.

1.       COMUNIÓN CON EL PADRE,  1 Juan. 1:3 La palabra de Dios declara: 1. Que nadie puede acercarse al Padre sino es por el Hijo (Jn. 14:6) 2. En esta dispensación de la Gracia se nos ha dado el titulo de Hijos de Dios, por medio de reconocer el sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo (Jn. 1:12).

Esas son dos razones por las cuales tenemos comunión con el Padre, de manera que poseemos el privilegio de acercarnos con toda confianza a su trono; para alabarlo, adorarlo, bendecirlo, encontrar gracia, misericordia y auxilio para nuestras vidas (He. 4:16).   

2.       COMUNIÓN CON EL HIJO, 1 Corintios 1:9, El padre nos llama a tener comunión con su Hijo. Esta es una unión o participación espiritual  entre uno que ha nacido de nuevo y el Señor Jesucristo. Él es la cabeza o máxima autoridad de  nosotros los creyentes (Ef. 1:22-23). Tenemos comunión con Él por medio de su Gracia, por lo que debemos mantenernos en obediencia y en santidad.

La Biblia hace una comparación del Señor con la Vid verdadera, cuyas ramas somos nosotros, que hemos sido injertados en ella. Ahora somos hijos de Dios, alimentados por la misma raíz y participantes de la rica savia que es su sangre (Ro. 11:16-17). Una de las formas prácticas de manifestar que tenemos comunión con Él es por medio de:

  1. La santa cena 1 Co. 10:16-17. LA Biblia indica que la copa de bendición y el pan que partimos es la comunión de la sangre y el cuerpo del Señor, además, cuando participamos del mismo pan simbolizamos la unidad que tenemos entre nosotros como Cuerpo de Cristo y afirmamos que es el Pan de Vida que nos nutre a todos los creyentes.

3.       COMUNIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO,  2 Corintios. 13:14 En el Antiguo Testamento, estaba tipificado el ministerio del Espíritu Santo por medio del aceite (Ex. 29:7; Is. 61:1). En esta Dispensación, él Espíritu Santo ha sido derramado en nuestras vidas (Hch. 2.17). Él es Dios en nosotros, con nosotros y sobre nosotros, por lo que debemos mantenernos cuidando nuestra vida espiritual y no contristarlo, para no despreciar esa  insondable comunión (He. 6:4-5).

Él nos guía a toda verdad (Jn. 16:13), nos enseña, nos recuerda todas las cosas y nos consuela (Jn. 14.26), convence al mundo de justicia, pecado y de juicio (Jn. 16:8). Por medio de Él  fuimos bautizados para formar un solo cuerpo (1 Co. 12:13). Una de las maneras prácticas de manifestar  nuestra comunión con el Espíritu Santo es la siguiente:

  1. Teniendo unidad espiritual,  entre hermanos, fil. 2:1-2, La confraternidad entre los hijos de Dios  es el resultado del gobierno del Espíritu Santo en cada uno de nosotros. Los creyentes somos llamados a tener amor entrañable, a mostrarnos afecto constantemente, no solamente por medio de palabras sino, con hechos. Debemos tener un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento.
 
4.       COMUNIÓN CON EL CUERPO DE CRISTO, 1 Juan 1:7  De lo antes mencionado, resumimos, que cuando mantenemos viva la comunión con Dios, podemos tener comunión entre nosotros; manteniéndonos en un mismo proyecto, trabajando unidos, sirviéndonos mutuamente. Veamos detalladamente de qué manera se hace latente la comunión (Gr Koinonía), analizando sus sinónimos, en diferentes partes de la Biblia  :

  1. Participación 2 Co. 8:1-4,  siendo un mismo cuerpo, las necesidades de los demás se hacen nuestras. La iglesia de Macedonia nos da un ejemplo de lo que es la participación, porque a pesar de su pobreza rogaron que los dejaran tener parte en la gracia de dar. Ellos ofrendaron bienes materiales para aliviar las penalidades de los creyentes de Jerusalén.

Se van a presentar situaciones en nuestra vida, donde se debe manifestar cual es el resultado de darnos a Dios. Una de ellas es, cuando ofrendamos espontáneamente como una prueba de nuestro amor sincero a nuestro prójimo. Además puede realizase, aportando nuestros bienes,  nuestros talentos, nuestra profesión y nuestro tiempo  en la obra de Dios.

  1. Compañerismo Gá 2:9 RVA, los hebreos y griegos tenían una práctica en común y era darse la mano como señal de compañerismo, ese acto también manifestaba un juramento de aprobación y amistad. El tener comunión lleva implícitas, la amistad, buena armonía, convivencia y correspondencia entre hermanos.

En nuestras convivencias debe estar latente el amor fraternal, porque tenemos un mismo fin. Las personas que persisten en mantener amistades mundanas, corren el peligro de desagradar a Dios (Stg. 4:4), nosotros debemos tener amigos entre nosotros, uniéndonos y ayudándonos mutuamente.

  1. Comunicación Flm. 1:6 BNC, otra forma de comunión es la comunicación de la fe, la que designamos, como una correspondencia que existe entre dos o más personas, donde se hace notoria nuestra madurez y fidelidad. Esto incluye, no hacer grupos marginales dentro de la iglesia, sino procurar la comunicación con todos los que podamos.

Un ejemplo extremo de la comunión, lo vemos cuando él apóstol Pablo le ruega a Filemon que comunique su fe, para dar a conocer el bien que habita en su corazón. Esta comunicación debía manifestarse en perdonar y recibir otra vez en su casa, al esclavo Onésimo, quien anteriormente le había causado un daño.

La narración anterior nos permite analizar, que en la comunión debe manifestarse; 1. Amor a los hermanos que  pecaron, se apartaron del evangelio, pero regresan con un corazón arrepentido, 2. Perdonar sinceramente por los daños recibidos y 3. Aceptación nuevamente entre nosotros, sin reproches sino con misericordia.

Además notemos que Filemón era un amo y Onésimo era esclavo, lo que nos permite analizar que nuestra relación hacia los demás debe recibir una transformación, en la que no serán tomados en cuenta el estatus económico, social, cultural, racial etc (Col. 3.11). , sino solamente el amor de Dios derramado en nuestros corazones.

  1. Colecta. Ro. 15:26 DHH, la comunión no es solamente espiritual, sino más bien un hecho práctico. Comunión también significa colecta, ofrenda etc. el adjetivo griego Koinonos, significa, socio. En términos económicos, un socio, es un individuo que aporta capital a una empresa y participa con los demás socios de los bienes comunes. Esto era lo que sucedía en la iglesia del principio al parecer todos tenían una misma bolsa (Hch. 4:32).

La generosidad del cristiano hacia sus hermanos, radica en el ejemplo de nuestro Señor, quien siendo rico se hizo pobre para enriquecernos a nosotros (2 Co. 8.9). Hay ocasiones en que nuestros hermanos están atravesando por crisis económicas, esa es una buena oportunidad para orar por ellos, pero también para compartir  nuestros bienes económicos. En la iglesia del principio nadie decía ser suyo  nada de lo que poseía, sino tenían todas las cosas en común.

C
omunión es participar con aquellos que agradan a Dios, pero debemos evitar tenerla  con los enemigos de la fraternidad, tales como, los murmuradores (Jud. 1:16), los que causan división (Tit. 3.10), los que pecan y se hacen llamar hermanos (1 Co. 5:11),  etc., anhelemos tener comunión para servir,  no buscando lo nuestro, sino lo de Dios  (Fil 2: 1-8).

No hay comentarios:

Publicar un comentario