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LA RENOVACIÓN DE LA MENTE
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“Y
no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la
renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad
de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”.
Romanos 12:2
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L
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a
mente es definida como la facultad intelectual del alma, y como
tal, es una de las partes más
importantes de nuestro ser debido a que es allí donde debemos discernir por
el Espíritu, las diferentes voces que escuchamos, ya sea la de Dios, la
nuestra o la del enemigo, y dependerá de dicho discernimiento, la decisión que tomemos con
respecto a cualquier asunto. Es por eso que el Señor menciona que debemos
amarlo con toda nuestra mente (Mt. 22:37).
C
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uando creímos
en el Señor
Jesucristo, su Espíritu
y el Espíritu
Santo entraron en nosotros (Gá.
4:6, Ro. 8:26), fuimos salvos y limpios de muchas contaminaciones que traíamos del
mundo, tuvimos una metanoia, un cambio de mente (Strong 3341) y luego una conversión, es decir, un cambio de
actitud (Hch. 3:19), pero aún tenemos una vieja naturaleza la
que debemos hacer morir cada
día, por eso es que ahora nuestros
pensamientos fluctúan entre una mente carnal que sirve al pecado, y una
mente espiritual que sirve a Dios (Ro. 7:25).
La renovación de nuestra mente
significa llevarla a su estado
original mediante un proceso de limpieza quitando toda contaminación, hasta llegar a tener la mente de Cristo
(1 Co. 2:16).
1. LA MENTE COMO CAMPO DE BATALLA:
En Jueces 3:1-3 el Señor permite que muchos pueblos enemigos no sean
destruidos y que puedan vivir en las tierras de los israelitas con el objetivo
que los jóvenes de Israel, aprendieran a pelear y a echar de sus posesiones a
sus enemigos en el nombre del Señor Jesús. De igual manera, nuestra mente se
convierte en un campo de batalla en donde a veces nos vienen pensamientos no
agradables y que debemos de desechar con las armas espirituales (Ef.
6:16), en esta batalla debemos identificar cuáles son los pensamientos que
constantemente vienen a nuestra
mente, lo que nos permitirá ser libres o
atrapados por un círculo vicioso de ideas que se pueden convertir
en obsesiones (Pr. 23:7).
2. EJEMPLOS DE UNA MENTE NO RENOVADA
- SAUL:
Tenía envidia de David porque el pueblo lo amaba más que a él. Su meta
era alcanzar fama ante el pueblo y estuvo dispuesto a hacer cosas que eran
desaprobadas por Dios (1 S. 15:30).
Por andar en la vanidad de su mente, meditaba pensamientos de
venganza en contra de David, que lo llevaron a tener una obsesión
de homicidio en contra de él (1 S. 18:11).
- ACÁN
(Jos. 7:21): Este personaje era
parte del pueblo de Dios, pero su mente y su corazón estaban lejos de
agradar a Dios, a causa de la codicia (amor al dinero) y a la
fama, se contaminó a sí mismo y a su familia, llevándolos a la
destrucción.
- CRISTIANOS QUE SE ADAPTAN AL MUNDO (Ro. 12:2): Son cristianos que no renuevan su mente y se conforman a este
mundo, pensando, hablando y actuando pecaminosamente.
- MARTA (Juan
11:23-24): De la misma manera
los discípulos y Marta creyeron que Lázaro sería resucitado hasta el día
postrero, no creyendo que Dios era poderoso para resucitarlo en ese
mismo momento.
- LOS ISRAELITAS EN EL DESIERTO (Ex. 16:3): El pueblo de Israel había
sido sacado por Dios de Egipto,
pero ellos aún tenían la mente de esclavo, por eso su preocupación
era qué comer y qué vestir. A
pesar que Dios les había demostrado su poder, ellos constantemente se
quejaban con Moisés que morirían en el desierto. A causa de no tener una
mente renovada, muchos no entraron a Canaán. Las preocupaciones económicas
pueden hacer que deseemos volver a Egipto, en vez de confiar en la
provisión de Dios.
- GIEZI (2
R. 6:14-17): Representa a los
cristianos que estando en dificultades no pueden ver con sus ojos espirituales las huestes
que Dios envía para ayudarlos. Es necesario tener una mente renovada
para tener paz (Sal. 27:3, 34:7) y que los temores del
alma sean vencidos.
3. EJEMPLOS DE UNA MENTE RENOVADA
a. CALEB (Nm.
13:30; 14:24): Caleb ministraba su mente con pensamientos de Dios,
de manera que aunque sabía que habían
gigantes en la tierra de la promesa, confiaba que el Señor era más poderoso que el enemigo. Dice la Biblia
que como consecuencia de tener una mente renovada, poseyó la tierra que Dios le
prometió, y por consiguiente, la vida en abundancia.
b. EL APÓSTOL PABLO (Fil. 3:9-11): Moría a sus deseos todos los días, tenía su
mente puesta en la meta (Fil. 3:13-14), peleó la batalla, corrió
la carrera y guardó la fe (2 Ti. 4:6-7), es decir, renovó su mente mediante
un proceso que le permitió vivir una vida victoriosa sobre la tierra.
c.
NOÉ (Gn. 6:13-14): Tenía una mente renovada, porque obedeció la
instrucción de Dios de construir un arca para salvarse del diluvio, aún
cuando él ni siquiera sabía que era eso, porque en ese tiempo no había llovido
sobre la tierra (Gn. 2:5-6). Noé le
creyó a Dios de tal forma que la
evidencia de los pensamientos que tenía en su mente fue el hacer el arca y
meter a su familia, y animales en ella.
4. COMO TENER UNA MENTE RENOVADA
a. MEDITANDO (Sal.
1:2 Is. 26:3 Sal. 104:34): La meditación es una forma de dirigir nuestra
mente a una cosa para comprenderla o discutir sobre ella. La Biblia nos
enseña que debemos meditar en la palabra de Dios, a toda hora, de esa manera,
cualquier situación que nos acontezca la veremos desde el punto de vista de
la palabra de Dios y así nuestro corazón estará en completa paz.
b. MINISTRANDO LOS PENSAMIENTOS (Fil. 4:8): A nuestra mente puede venir todo tipo de pensamientos,
los que podemos discernir por medio de la Palabra escrita, por eso cuando
leemos que debemos meditar en todo lo que es verdadero, lo digno, lo justo,
lo puro, lo amable, lo honorable, esta Palabra funciona como una especie de
tamiz para nuestro pensamiento, permitiéndonos la oportunidad de compararlos
con el modelo de pensamientos que Dios nos dejo y desechar aquello que no esté
de acuerdo con sus preceptos.
c.
USANDO LAS ARMAS DE LUZ (Ef. 6:14-16):
Cuando un pensamiento está constantemente rondando en nuestra mente, puede
convertirse en una obsesión, entonces debemos echar mano de las armas que el
Señor nos ha dado: el yelmo de la salvación, que cubre nuestra mente, la
coraza de justicia, las sandalias del apresto del evangelio, la cinta de la
verdad, el escudo de la fe y la espada del espíritu que es la Palabra de
Dios; asimismo, usar la oración, que es
la comunicación directa con el Señor para echar de nuestra mente todo
pensamiento contrario a Él.
S
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abemos
que la vida del cristiano es como la luz de la aurora que va en aumento hasta
que el día es perfecto (Pr. 4:18), de igual manera la renovación
de nuestra mente debe ser un proceso en el que cada día nuestros pensamientos alcancen madurez y obtengamos la
mente de Cristo.
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